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JÓVENES ¡NO TENGAN MIEDO!

JÓVENES ¡NO TENGAN MIEDO!

 

[…] todavía quedan sueños en el mundo. Sueños capaces de hacer caminar a los jóvenes atravesando la ciudad. Sueños capaces de meterse en la vida de la ciudad y decir: “esto puede cambiar”. Sueños capaces de meterse en los corazones y decir: “ríe, el Señor te ama. Ama tú también”. Sueños capaces de proclamar que vale la pena jugarse la vida por Jesús. Esto es lo que han hecho ustedes. Y yo quiero decir que todos nosotros necesitamos de sus sueños.

Una sociedad donde los jóvenes no sueñan está muerta. Necesitamos que todos siembren sus sueños en la sociedad. Necesitamos de sus utopías. Que las planten en el tejido social y hagan reverdecer a aquellos que estamos viendo tan alicaídos.

Necesitamos que los sueños de todos se metan en todos los rincones, porque sus sueños no son solamente suyos: son de aquellos que se están jugando la vida.

Anímense a soñar. No se duerman. Los jóvenes dormidos no sirven. Anímense a soñar. Anímense a caminar y, entonces sí, a jugarse la vida por el Señor.

Jesús caminó con ustedes y va a seguir caminando hasta la plaza. Jesús tiene un mensaje que es el sueño más grande: que somos todos hermanos. El mensaje del amor. Ustedes lo pueden dar.

Anímense a sembrar esos sueños. No tengan miedo de soñar: si se les va la mano ya los van a bajar de un hondazo. No se preocupen, pero ¡sueñen por favor! Necesitamos de sus sueños. No pierdan sus sueños y así como una vez les dije “ojo, que no les metan la mano en el bolsillo y les roben la esperanza”, hoy les digo: “que no les tiren un jarro de agua y les apaguen los sueños”. No se dejen robar los sueños. Por ninguna propuesta que parezca más fascinante en el momento y que termina a los diez minutos.

No te dejes robar el sueño que tienes en tu corazón. Ese sueño te lo puso Dios para sembrarlo, para llegar a otros, para jugarse la vida por el Señor.

Ahora soñando recorramos estas calles que nos faltan, vamos a la plaza y ahí nos vamos a encontrar con Jesús. Cantando llenos de vida con ganas de decirle: “Jesús me quiero jugar la vida por ti”. Y crean que la ciudad y todos los mayores necesitamos de ustedes. Sueñen y juéguense la vida por Jesús.

¡Adelante, entonces!

XX marcha juvenil del Corpus Christi

(13 de junio de 2009)

Cardenal Jorge Mario Bergoglio. (Papa Francisco)